Entra
en la cabina de la nave. Frente al tablero de mando repite el código. Una luz
indica la puerta en el techo. Empuja, no le dan las fuerzas, por el micrófono
incorporado en la garganta llama a sus clones.
Entre todos alcanzan el espacio, ven la tierra. Es una pelota número
cinco cubierta de nieve, todavía gira en su eje y se traslada. No vuelven, se
quedan la nave.
Ecunhi Octubre
2013
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