Un algo de la muerta
sobrevuela la sala.
Sus poemas
dicen amores
que es decir vida.
Invisible
del proscenio en el rincón,
goza luces y tormentas,
melancólica
encuentra un nombre
en el desierto,
dolorida
se nos va con un puñal
clavado en su dolor.
Pudo dormir y morir
en el vacío
y en la ausencia de Dios.
Su silencio, la palabra.
Ecunhi octubre 2013
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