Quiebra al viento
puñados de pelo
las luces
espejan secretos
con ritmo
invariable
de relojería
yira pequeña tristeza.
Pensamientos alas
mirada
destino
rodillas al aire
perfil afinado
de tacones altos
majestad de puta
pequeña tristeza trabaja.
No la quieren alba
de espuma
de nácar
azucena y casta.
No la quieren nívea.
Ellos que tienen
el alma enredada
que sorben las mieles
y engullen los frutos
en ese banquete
la quieren alegre
accesoria
pequeña yiranta.
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